Toros en Melilla: Acabó la Feria Taurina de Melilla

Tras los 3 festejos organizados por la Ciudad Autónoma, es momento de hacer balance.

El día 1 de septiembre, se celebró el espectáculo cómico-taurino "El Bombero Torero", el cual, presentó una aceptable entrada y la plaza de llenó de niños.

El día 2 de septiembre, hicieron el paseíllo Francisco Pajares ( una oreja, una oreja), José María Arenas (2 orejas, oreja) y Adolfo Ramos (ovación, 2 orejas) con novillos de San Miguel. Puerta grande para los novilleros y el mayoral, que trajo a Melilla una novillada bien presentada, pareja, de buen juego en general y el único pero, es las pocas fuerzas de algún novillo. Sirvieron 1º, 2º 3º y 6º aunque, este último, tuvo pocas fuerzas. La Mezquita del Toreo presentó casi un tercio de entrada.

El día 3 de septiembre, la terna la componían Leonardo Hernández (2 orejas, 2 orejas), Enrique Ponce (ovación, 2 orejas y rabo) y Morante de la Puebla (1 oreja, silencio, ovación). Toros de Fermín Bohorquez para el rejonador, nobles, poca movilidad y de Hnos. Collado, mal presentados, cómodos para los toreros y juego desigual. Entrada de público tres cuartos de plaza.

Existes varios puntos a analizar:

El día de la corrida de toros, ocurrieron dos hechos que no ayudan a la fiesta. Enrique Ponce debido a sus compromisos al día siguiente en la Goyesca de Ronda, pidió permiso, para poder cambiar el orden de lidia y estoquear al cuarto de la tarde. Todo esto para poder coger un vuelo que lo llevase a Málaga, con la mala suerte que cerraron el espacio aéreo y tuvo que abandonar la ciudad al día siguiente. Otro incidente ocurrió en el 6º de la tarde, animal que, flojeaba de manos y cuartos traseros, cayéndose continuamente. El diestro decidió estoquearlo rápido y pidió el sobrero. No era el día de José Antonio, que al empezar la faena el sobrero se quedó invalido debido a la lesión de una pata delantera. Lamentable el espectáculo ganadero.

Nos hemos quedado sin ver el duende, el arte de Morante, espero que, aunque no haya sido el triunfador, vuelva el año que viene.

Como dijo Román Criado en el programa de feria de Tv Melilla, ¿Dónde está la gente que casi llena la plaza en la corrida de toros, que no fué a la novillada? Es decir, en Melilla hay gente que quiere toros y va a verlos, pero ¿Por qué no asisten a apoyar a los novilleros melillenses?

Decir también la poca presencia de areneros, por ejemplo, en la novillada había solamente 2.

Esperemos que la feria de 2011, se presente mejor.

B.R.

1 comentario:

relicario17 dijo...: Detrás del carné profesional de matador de toros existen muchos matices que hacen a cada torero calificar su profesión de una manera u otra.
Empecemos con los "gladiadores", no son otros que esos grandes luchadores contra viento y marea, que cada tarde salen a la plaza sin saber si van a poder pegar un muletazo, o por el contrario, van a tener que tirar de recursos para poder lidiar y dar muerte a sus dos oponentes. Es duro tener que salir al ruedo cada tarde así, con ese tipo de toros y ganaderías que tienen ese sello torista, pero que a la vez les da la oportunidad de verse anunciados en una feria. Lo malo es cuando no lo hacen los llamados especialistas y los matan muy dignamente toreros de otro corte, los que saben hacer el toreo bueno; ¿ejemplos? Jose Luis Moreno, Uceda Leal, Sergio Aguilar… entre otros, que se merecen un mejor trato por las empresas y no este tipo de corridas, pero ellos saben cómo va a ser su circuito para su carrera.
Es muy bonito y duro, pero una dureza que les hace héroes, 50 corridas, un día una de Miura, al otro otra de Cebada, al siguiente otra de Adolfo, después una de Celestino Cuadri y así desde marzo a octubre. Qué mérito tienen esos “Padillas”, “Rafaelillos”, “Fundis”… no me gustaría dejarme ninguno, por eso nombro solo a tres de ellos pero son muchos más, los que a sangre y fuego logran faenas que solo ellos ven y son capaces de realizar.

Los "mediáticos" son necesarios, sí por qué no, atraen a un tipo de público que nunca hubiese asistido a una corrida de toros y que gracias a ellos alguno se ha convertido en aficionado a los toros. De su manera de hacer las cosas podríamos hablar, pero no lo haremos en esta ocasión. Casi siempre cumplen una labor en beneficio de la Fiesta.

Ahora vamos con los "trabajadores del toro", me descubro ante ellos. Son toreros que matan cerca del centenar de corridas con solvencia y oficio, dan la cara en todas las plazas de España, Francia y toda la América taurina, cada tarde lo dan todo y pagan con sangre su tan merecido puesto el escalafón, se arriman como leones y no se dejan ganar la pelea por nadie. ¡Chapeau por ellos!

Pero amigos vamos con los "toreros de toreros", esos que gustan a todo el mundo, niños, jóvenes, mayores, padres, madres, ancianos, aficionados, público, profesionales. A todo ser vivo con sentimiento taurino. Díganme ustedes que no se han emocionado viendo torear a Rafael de Paula con el capote, a Curro Vázquez echándole el pecho por delante a un toro, a Romero meciendo un muletazo, la pureza de Chenel, el empaque y regusto de Manzanares, etc.…

Pues ahora hay uno que tiene todo eso en uno y ya saben de quien hablo, del de la Puebla del Río. ¿Se puede torear mejor? Yo creo que no, lo tiene todo, primero lo fundamental, valor, cabeza, técnica, oficio… Pero que a todo esto que no es poco, le sumas la verdad de su toreo, el regusto para torear, la verdad con la que lleva toreando a los toros, su expresión nada forzada de su toreo, esa magia que solo tienen uno cada mucho tiempo, ese empaque y sabor añejo… seguiría hasta la saciedad pero ya lo saben ustedes, ¿quién es? Jose Antonio “Morante de la Puebla”.

Arturo del Toro
Foto: Morante de la Puebla, archivo; 14 de septiembre de 2010, 13:57